Rebeca Madriz Franco
Mayo
2011
Para comenzar a hablar de
Ciberfeminismo es necesario referirse a los términos que componen este
concepto, para ello tomaremos la definición de Ciberespacio según la cual éste
“es un nuevo espacio relacional donde los individuos, en vez de reunirse
físicamente, conversan e intercambian datos por medio de terminales y redes
entrelazadas”1.
En tal sentido partimos también del concepto de feminismo dado por
la teórica Marcela Lagarde2:
El feminismo es la creación
interactiva, intersubjetiva y dialógica de mujeres excluidas –por principio-
del pacto moderno entre los hombres. Mujeres que, debido a las formas
patriarcales de organización social, han sido colocadas en la premodernidad y
exigidas de una modernidad sólo accesible a jirones para unas cuantas. Por
ello, en su asunción utópica de la modernidad, el feminismo es una crítica a su
andamiaje androcéntrico y patriarcal, a través de la acción, la experiencia y
la subjetividad de las mujeres. Es asimismo la alternativa práctica de vida
igualitaria y equitativa de mujeres y hombres (Aculturación feminista).
Con base a lo anterior
puede afirmarse que la combinación de estos dos elementos son los que nos van a
dar como resultado el Ciberfeminismo, entendido como un espacio de intercambio
relacional entre mujeres que critica, hace visible y lucha contra la opresión y
explotación patriarcal, a través de la acción, la experiencia y la subjetividad
de las mujeres, por medios electrónicos o digitales, estableciendo prácticas
igualitarias y solidarias entre mujeres.
El Ciberfeminismo nace como
un experimento de vinculación entre sujeto femenino, arte y virtualidad en 1991
en Australia, a través de un grupo llamado VNS Matrix o VeNuS Matrix,
conformado por Julianne Pierce, Josephine Starrs, Francesca da Rimini y
Virginia Barratt, quienes fueron de las primeras en utilizar el término
ciberfeminismo y que proclamaban como lema principal “el clítoris es una línea
directa a la matriz”. Desde sus inicios el ciberfeminismo reprochó al feminismo
“tradicional” lo que ellas llaman la tecnofobia, y que advertían que de no ser
superada ésta, se podía producir una norme brecha entre las mujeres y las
máquinas.
Otro importante antecedentes
del Ciberfeminismo, es la utilización de las redes sociales en Internet, cuya
experiencia más significativa, en nuestra consideración, ha sido la iniciativa
que tuvo lugar en 1993 de la mano de Karen Banks y Sally Burch bajo el proyecto
APC–Mujeres, que aspiraba promover la utilización de las nuevas tecnologías
para el empoderamiento de las mujeres del mundo, y que comenzó discutiendo las
posiciones que las mujeres aspiraban hacer llegar a la IV Conferencia Mundial
de Mujeres en Beijing; logrando en 1995 -cuando se realizó la Conferencia- un
equipo de 40 mujeres de 24 países apoyando a 1.700 usuarias, facilitando
información sobre las ONG´s presentes en China en 18 idiomas, contabilizando al
final del evento 100.000 visitas en su página web.
Como en todas las expresiones del Feminismo que han surgido a lo
largo de su historia, el Ciberfeminismo también se expresó en varias
corrientes: ciberfeminismo radical, ciberfeminismo conservador, y
ciberfeminismo social (Gallowey). Este ciberfeminismo llamado social será –el
que en nuestra consideración- se desarrollará con mayor fuerza llegando a
convertirse en una herramienta muy recurrente y necesaria para las feministas
en el contexto de la sociedad de la información. Este ciberfeminismo social se
desarrollará fundamentalmente en conexión con los movimientos contra el
neoliberalismo, movimientos de defensa de los Derechos Humanos, creando
importantes lazos de solidaridad y articulación entre todos estos movimientos,
incluido el feminismo.
Ahora bien, esta novedosa
corriente del feminismo nace en el momento histórico de mayor auge de la
llamada sociedad de la información o sociedad del conocimiento, porque es donde
comienzan a hacerse más masivas dichas herramientas, espacios éstos donde las
mujeres -como en los otros espacios
sociales- venimos siendo las más excluidas, mucho más en un escenario social
donde la información se asocia a poder, y el poder es considerado un patrimonio
exclusivamente masculino. Ante este panorama resulta evidente que ese
conocimiento vinculado al poder será también considerado preponderantemente
masculino. Un ejemplo de ello son las cifras que para el año 2001 proporcionaba
la OIT, según las cuales el usuario de internet por excelencia es hombre, con
edad promedio de 36 años aproximadamente, universitario, de clase media, de
zona urbana y que hablaba inglés (ANUV). Es decir, las TIC´s nacen en una
sociedad caracterizada por la opresión
patriarcal, por lo que tienen sin duda, un sesgo masculino, tanto en su
creación como en su acceso y uso.
Es así como se observa que
las diferencias basadas en género que se manifiestan en las relaciones
sociales, se expresan también en los ambientes digitales, y en ellos, los
hombres también capitalizaron las posibilidades de erigirse como hegemónicos,
ahora en la sociedad de la información. Así por ejemplo, se perpetúa la
utilización sexista de la imagen y el cuerpo de la mujer propagando modelos
femeninos eternos, únicos e inmutables mediante la pornografía en internet; se
establecieron mecanismos de cooptación de mujeres y niñas mediante los chats o
redes sociales que sirven de vías para el tráfico y trata de mujeres y niñas,
así como de su esclavitud; se establecen empleos (teletrabajos) que no
requieren la salida de la mujer del hogar, reproduciendo así la visión de la
mujer exclusivamente dentro de los ámbitos tradicionalmente considerados
“privados”; se supone –por otro lado- que siendo las mujeres la mayoría de las
personas no alfabetizadas en el mundo, somos también -por lógica- las menos
alfabetizadas informacionalmente, para graficar esto se debe tomar en cuenta
que según la Conferencia de la ONU para el Comercio y Desarrollo, en 2006 sólo
un 15,6% de los habitantes del planeta
tenían acceso a internet; entre otras críticas
que se plantean a la utilización que se hace sobre las nuevas
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y la posición que tenemos
las mujeres en ellas, quedando demostrado que la ciencia y la técnica son
propiedad de los hombres. Estas diferencias no sólo se plantean en cuanto al
acceso y uso de las nuevas tecnologías, sino en lo que tiene que ver también
–como ya se mencionó- con su producción y creación, por ejemplo, un caso
sexista emblemático son los de videojuegos donde las mujeres somos utilizadas
como robots (lo que implica la realización de labores no reconocidas por la
sociedad) – objetos sexuales. Y en este sentido, también destaca el hecho de
que las mujeres tenemos un bajo nivel de participación en cuanto a las carreras
de informática.
No hay que perder de vista que las nuevas tecnologías refuerzan las
diferencias sociales por razones de clase, de género, étnicas, por orientación
sexual, etc., es por ello que como señala Montserrat Boix “quienes ostentan el
poder económico, político, social y cultural saben que el control de los medios
será fundamental para su perpetuación”. Sin embargo, estamos de acuerdo con Ana
Martínez-Collado cuando señala que “las TIC no son agresivas hacia las mujeres,
son los usos que se hacen de ella3”, y en tal sentido resulta indispensable
mantenerse atentas y atentos a la necesidad de ocupar la mayor cantidad de
espacios tendentes a democratizar las nuevas tecnologías, y a empoderar a las
mujeres, para lo cual es requisito indispensable que esas mujeres tengan
conciencia de género, pues sólo así podemos garantizar nuevas prácticas
igualitarias contra los viejos esquemas de dominación patriarcal.
El gran reto que se plantean las fundadoras del Ciberfeminismo es
precisamente adecuarse a una nueva realidad que es el mundo globalizado, y hacer
de las herramientas tecnológicas disponibles, un espacio de acción femenina (no
necesariamente feminista, pues por estar de moda no siempre las páginas que
hablan de ciberfeminismo tienen perspectiva de género). Es decir, se propone
empoderar a las mujeres en el manejo de las nuevas tecnologías y construir
identidades femeninas más plurales (más allá de los estereotipos), sin
jerarquías y no excluyentes, como señalan Ana de Miguel y Montserrat Boix. Las
nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones son instrumentos para
el desarrollo, la articulación, y la democratización del conocimiento, por lo
que resulta un reto para las mujeres empoderarnos de estas herramientas.
Entrando a lo que se plantea más tajantemente desde el
ciberfeminismo llama la atención el cyborg que es un organismo cibernético, un
sujeto híbrido (máquina-organismo), en palabras de Donna Haraway “un nuevo
sujeto ontológico y político que supere los dualismos que subyacen a la lógica
de la dominación: mujer-hombre…”, donde las personas podamos liberarnos de los
patrones y estereotipos que nos han sido
impuestos por el patriarcado a través del sistema sexo/género. El planteamiento
radica en que las relaciones que desarrollemos a través de la red se replanteen
las relaciones de género, e inclusive se puedan éstas revitalizar.
Desde el ciberfeminismo se viene a cuestionar el orden patriarcal
bajo la premisa de modificar el ciberespacio para que éste deje de ser un
espacio más de dominación masculina, tal como lo señala Raquel Platero.
Boix, M. plantea una serie de aspectos prioritarios para el
abordaje de las TIC´s que debemos tomar en cuenta las mujeres, entre las cuales
destacan:
·
La
elaboración de contenidos, con especial atención al hecho de que las mujeres
somos fuentes de información.
·
Hacer
uso de los medios tradicionales para inundar la realidad de la visión femenina
-históricamente reducida a los intereses masculinos-.
·
Creación
de Redes y Grupos de Mujeres y Feministas promoviendo su apoyo, articulación y
organización.
·
Participación
en medios de Contra-información o información alternativa.
·
Potenciar
y exigir capacitación de mujeres en materia de TIC´s.
·
En
base a estos elementos podemos hacer una clasificación del Ciberfeminismo que
nos permita identificar mejor cuándo estamos en presencia de un espacio digital
con tales características, pudiendo inferir las siguientes ramas fundamentales:
·
Noticias
de Mujeres con visión de género: donde entrarían aquellas webs que toman en
cuenta el principio de que las mujeres somos fuente de información y producen
noticias desde las mujeres con visión y perspectiva de género. Algunos ejemplos
que pueden graficar este tipo de espacios son: http://www.amecopress.net/
(España), http://www.redsemlac.net/web/ (América Latina y el Caribe), http://www.cimacnoticias.com/site/
(México), http://palabrademujer.wordpress.com/ (Venezuela). Su importancia
radica en que sirven de fuente a gran parte de los medios tradicionales y alternativos, así como a redes y espacios de
mujeres.
·
Redes
y Grupos Militantes: desde los cuales las mujeres y feministas unifican luchas,
se conocen y reconocen, intercambiando ideas, informaciones, referencias. Son
webs de activismo político y social.
Estos espacios son importantes porque muchas veces permiten posicionar
en el ciberespacio propuestas, actividades, acciones y políticas de otros
grupos de mujeres que no necesariamente cuentan con un espacio digital. En
estos casos pueden darse también varias formas: Grupos o colectivos feministas
o de mujeres (ejemplo, http://generoconclase.blogspot.com/), redes de mujeres o
de colectivos feministas (por ejemplo, http://encuentrofeminista.weebly.com/),
o individuales militantes productoras también de ideas y conocimientos con
perspectiva de género (ejemplo, http://ciberfeminismo.org.ve/).
·
Secciones
de Mujeres con Perspectiva de Género en Medios tradicionales y alternativos:
teniendo como objetivos llevar la perspectiva feminista en unos espacios mixtos
donde la línea editorial no es dictada por mujeres, e incluso se produce normalmente
desde una visión jerárquica patriarcal. Por ejemplo, la sección
“Anti-patriarcado” de http://lahaine.org/.
·
Webs de Mujeres Mixtas: son aquellos espacios webs
donde se fusionan dos o más de los tipos anteriormente mencionados, pudiendo
ser Noticias con Visión de Género en medios tradicionales, por ejemplo “palabra
de mujer” columna feminista con más de 20 años en el Diario los Andes
(impreso), ahora con un espacio web http://palabrademujer.wordpress.com/ donde
masifican su producción y aportes a los temas de mujeres, o la Araña Feminista,
sección del Diario Ciudad Caracas, de la Red de Colectivos Feministas del mismo
nombre, que encontramos vía web en http://encuentrofeminista.weebly.com/. Es
decir, son espacios donde puede haber producción de noticias y conocimientos
desde las mujeres, puede haber activismo feminista, y pueden ser desde medios
no exclusivos de mujeres.
La característica común que
hace de estos espacios una web Ciberfeminista -con sus particularidades y
diversidades- es el carácter anti-patriarcal de sus luchas y expresiones, es no
sólo el deseo sino una práctica social que aspira transformar las relaciones
entre los sexos, construir nuevas subjetividades donde las mujeres seamos
valoradas en nuestra justa medida, como sujetos sociales con autonomía, como
transformadoras de la realidad social.
Conclusiones
- Un elemento que resulta indispensable es desmontar la idea propagada
por las Ciberfeministas en sus orígenes de que la brecha digital de género
puede ser responsabilidad de las feministas “tradicionales” producto de la
tecnofobia, lo cual hoy ha sido demostrado que no es así, tal brecha es el
resultado de un sistema económico y social excluyente, de un sistema ideológico
y cultural que infravalora a la mujer y sostiene las desigualdades sociales, a
saber el capitalismo y el patriarcado. Resulta fundamental por ello, exigir la
alfabetización tecnológica para las mujeres, y en ese sentido las feministas
tenemos -como hace 16 años en Beijing- la responsabilidad de demandar el derecho
a la comunicación, como un derecho humano fundamental, y que la materialización
de ese derecho se concrete en la democratización de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación, porque sólo con una mayor participación de las
mujeres se pueden realizar prácticas anti-patriarcales para imponer nuevas
formas de comunicación libres de jerarquías.
- La participación y empoderamiento de las mujeres en el campo de la
ciencia y la tecnología resulta indispensable para producir tecnologías desde
la perspectiva feminista, pudiendo con ello desarrollar software, páginas web,
videojuegos, programas, bases de datos, donde se puedan construir nuevos
espacios libres de estereotipos y discriminación, donde se desarrollen
prácticas igualitarias. En este sentido, la realidad virtual no puede imponerse
sobre la realidad social, y por ello creemos que la creación de sujetos
híbridos o imaginarios no son suficientes para cambiar unas relaciones sociales
tan antiguas que han sido naturalizadas por la sociedad, de manera que la lucha
anti-patriarcal debe combatir los prejuicios y las construcciones de género en
todos los espacios sociales, pues lo que no se cuestiona se asume como natural,
y de esta manera estaríamos legitimando nuestra opresión, y de lo que se trata,
es precisamente de desafiar ese sistema sexista.
- Si asumimos que las posibilidades de las tecnologías de la
Información y las Comunicaciones dependen de la utilización que de ellas se
hagan, las mujeres tenemos un importante papel que jugar que debe ser resaltado
en todo momento junto a la necesidad de transversalizar la perspectiva de
género para garantizar que esos espacios y las prácticas que allí se realicen
no sean patriarcales.
- El ciberfeminismo representa una herramienta fundamental que ofrece
la posibilidad a las mujeres no sólo de hacer seguimiento de lo que se está
produciendo, sino que –tal como ocurrió en la Conferencia en China- puedan
hacer sentir sus opiniones sin necesidad de estar presentes, pues se rompen
barreras de tiempo y espacio, haciendo más accesible la posibilidad de
información y participación.
- El ciberfeminismo nos ofrece a las mujeres importantes herramientas,
como las listas de correo electrónico,
redes electrónicas, redes sociales, blogs, twitter, facebook, skype, páginas webs,
es decir, toda una gama de herramientas que, bien usadas, pueden servir para
estrechar lazos entre mujeres, pues tienen la ventaja de ser accesibles,
universales, instantáneos y –relativamente- más económicas.
- El ciberfeminismo contribuye no solo a agitar y movilizar al
movimiento de mujeres, sino también a hacer visibles sus luchas, las luchas de
todas.
Finalmente, una clara
muestra de que el ciberfeminismo es una conquista más que tenemos las mujeres
gracias a la labor de las feministas, es que este modesto informe -basado sólo
en bibliografía digital- es posible gracias a otras mujeres que construyeron
para el futuro las condiciones de las cuales hoy gozamos y que crean mejores
posibilidades para seguir nosotras, hoy por hoy, luchando por un mundo sin
jerarquías, sin explotación, sin discriminación.
En toda esta
caracterización sobre el Ciberfeminismo, la sororidad se perfila como un valor
fundamental que junto a la cooperación, la diversidad real, y el desarrollo de
nuestras potencialidades humanas, serán claves para lograr romper la lógica de
funcionamiento y exclusión que se reproduce en el ámbito de las nuevas
tecnologías, poniendo la ciencia, la tecnología y el conocimiento al servicio
del desarrollo social y de la profundización de una sociedad igualitaria y
democrática, que permita a las mujeres como individualidades y colectivos,
poder articular, las más amplia unidad dentro de la más profunda diversidad,
para seguir avanzando en la lucha por nuestros derechos.
La articulación entre las
mujeres, saber qué estamos haciendo cada una en su ámbito de acción, poder
hacernos solidarias de las situaciones que vivimos en diversos contextos, de
reconocernos, compartir experiencias
entre mujeres, para mujeres y desde las mujeres, es un elemento central en el
empoderamiento. El deber ser es precisamente aprovechar, masificar,
democratizar las tecnologías, de lo contrario corremos el riesgo de que éstas
sigan acentuando las diferencias. Lo
fundamental es buscar estrategias para romper las barreras que nos impiden a
las mujeres adueñarnos de las nuevas tecnologías, y eso pasa por un proceso de
transformación donde lo cultural es indispensable para poder construir nuevas
relaciones sociales igualitarias, humanas, sin opresión, y que éstas se
reflejen también en el uso de las TIC´s.
Ratificamos como una
propuesta importante para avanzar en ese sentido, la alfabetización
informacional con perspectiva de género.
Es decir, una nueva visión de cómo hacer uso de las TIC´s que permita a
mujeres y a hombres desenvolverse en
igualdad de condiciones, con nuevos valores, con nuevas prácticas, y con nuevas
valoraciones de la otra, del otro.
Notas
1 DOMINIQUE, Dora (1995).
La Conquista del Ciberespacio.
2 LAGARDE, Marcela. En:
Aculturación feminista.
3 Ana Martínez-Collado
citada por PLATERO Raquel (2003),
en: Globalización y Tecnologías de Información y Comunicaciones: las mujeres en
el cyberactivismo.
Referencias
Bibliográficas
ANUV - Asociación de
Naciones Unidas. http://www.anuv.net/
BOIX, Montserrat. Feminismos,
Comunicación y Tecnologías de la Información. . Los géneros de la red: los
ciberfeminismos. Artículo citado de Internet, el 18 de marzo de 2011,
disponible en:
http://www.google.com/url?sa=t&source=web&cd=4&ved=0CCkQFjAD&url=http%3A%2F%2Fwww.fosschix.co%2Ftemas-de-interes%2Fdoc_download%2F2-feminismos-comunicacion-y-tecnologias-de-la-informacion.html&rct=j&q=feminismo%20comunicacion%20y%20tecnologias%20de%20la%20informacion&ei=8BaJTdbxPMjLgQeN2rW-DQ&usg=AFQjCNGqGZo4gjIY3bM-ZbNC_p3pDjQDfw&sig2=64l4-fV6gDHSYjIU7d8AFQ&cad=rja
DOMINIQUE, Dora (1995). La
Conquista del Ciberespacio. Editorial Andrés Bello. Santiago de Chile (pág.20).
Libro citado de Internet, el 20 de marzo de 2011, disponible en:
http://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=fTd4KX3w1LwC&oi=fnd&pg=PA15&dq=CIBERESPACIO&ots=l1G2bK736o&sig=LH51uv_FcXvWLDeHghIHo42BOYs#v=onepage&q&f=false
LAGARDE, Marcela.
Aculturación feminista. Artículo citado de Internet, el 22 de marzo de 2011,
disponible en:
http://www.ciudadanas.org/documentos/MARCELA_LAGARCE_aculturacion_feminista.pdf
MIGUEL, Ana de y Boix,
Montserrat. Los géneros de la red: los ciberfeminismos. Artículo citado de
Internet, el 18 de marzo de 2011, disponible en:
http://www.mujeresenred.net/IMG/pdf/ciberfeminismo-demiguel-boix.pdf
PLATERO, Raquel (2003). Globalización y Tecnologías
de Información y Comunicaciones: las
mujeres en el cyberactivismo. Los géneros de la red: los ciberfeminismos.
Artículo citado de Internet, el 18 de marzo de 2011, disponible en:
http://www.ucm.es/info/rqtr/biblioteca/ciberespacio%20gltb/ciberactivismo%20mujeres.pdf
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