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70 años y seguimos en lucha! COMUNICADO EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


Este 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, y se cumplen 70 años desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptara en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos mediante la cual se codificaron los principios fundamentales que aseguran la dignidad de las personas y los pueblos.

La Declaración marcó un inicio en el camino del reconocimiento de los derechos, sin embargo es necesario avanzar aún más en el respeto del Otro y la Otra, en la tolerancia y en la necesidad de aceptarnos con nuestras diferencias y sin ningún tipo de discriminación.

Si bien para nosotros y nosotras, defensores y defensoras de los derechos humanos, este día reviste fundamental importancia, consideramos que nuestra labor diaria implica un desafío constante de trabajar más arduo para el reconocimiento y el respeto de los derechos de todos y todas, siempre desde un abordaje crítico, emancipador, revolucionario, antipatriarcal y anticolonial, en el que debemos participar para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, que garantice el ejercicio real y efectivo de los derechos, y propenda cada vez a su universalización.

En nuestro país, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, marcó de manera irreversible el rumbo y la orientación de una política de respeto y garantía de los derechos humanos, y se incorporaron al texto constitucional como valores superiores del ordenamiento jurídico del Estado y de su actuación, la preeminencia de los Derechos Humanos, marcando un hito histórico iniciando el Siglo XXI, con la ampliación, reconocimiento e institucionalización de mecanismos que han garantizado nuestros derechos humanos fundamentales, democratizando cada vez más el acceso y garantía de los mismos.

Como voceras y voceros de organizaciones y movimientos de Derechos Humanos, reconocemos que desde 1999 hasta la fecha, han sido grandes los avances que se han llevado a cabo en la materia, como también las instituciones que se han creado para dar garantías a los mismos. Sin embargo, es necesario, seguir fortaleciendo el diseño de las políticas públicas con enfoque de Derechos Humanos para garantizar de manera más efectiva e integral los derechos de todos y todas, el respeto, la inclusión, la libertad en todas sus formas, la igualdad efectiva en la diversidad; es decir, en todas las dimensiones de los derechos.

En esta fecha de especial relevancia para la humanidad, exhortamos a la comunidad internacional, a los Pueblos y a los Gobiernos, a mantener viva nuestra memoria histórica, a cerrar filas por la defensa irrestricta de los Derechos Humanos de las personas, a combatir toda forma violencia, exclusión, discriminación, a combatir el sexismo, la fobia a la diversidad sexual y de género, el racismo, la xenofobia, y a seguir defendiendo la Libertad, la Paz, la Justicia como valores superiores que hacen posible el ejercicio pleno de los Derechos Humanos. 
Manifestamos nuestra preocupación por las sanciones unilaterales impuestas contra Venezuela que han impactado de forma alarmante el ejercicio de los derechos humanos de nuestro pueblo, especialmente el derecho a la alimentación y a la salud. En este sentido, también pedimos a la comunidad internacional poner especial énfasis en el respeto y reconocimiento de las naciones por su derecho a la auto-determinación y soberanía, y rechazamos cualquier forma de injerencia que genere condiciones de vulneración de los derechos humanos.

Uno de los grandes desafíos que aún tenemos como pueblo, es avanzar en una transformación cultural que elimine las prácticas de dominación y exclusión, para el logro efectivo de la igualdad en la diversidad de la que somos parte; avanzar en la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación, superar los valores sexistas, homofóbicos o racistas, y erradicar los estigmas sobre los grupos que sufren la vulneración de sus derechos.

La construcción de una sociedad democrática y socialista, supone la construcción colectiva y la responsabilidad compartida para construir y vivir en la Patria que todos y todas queremos. Por ello, la defensa de los Derechos Humanos y de la Patria son el objetivo y el fin común que cada día nosotros y nosotras como defensores y defensoras de derechos humanos nos planteamos, y por lo que seguiremos luchando.

En este día queremos conmemorar a todos y todas aquellas que hoy no nos acompañan pero que dieron la vida por la lucha y la defensa de los derechos humanos, y hoy iluminan el camino a seguir.

Nos declaramos en lucha permanente por la materialización y profundización de los derechos humanos de las personas, para hacer cada día más humana la humanidad.
Firman:
  • Sures
  • Fundación Género con Clase
  • Embajada de Derechos Humanos
  • Red Ciega
  • Asociación de Víctimas del Sicariato Campesino
  • Asociación Nacional de Consejeras y Consejeros de protección de Niños, Niñas y Adolescentes - ASONACOP

LAS NIÑAS… “EL FUTURO DE NUESTRAS MUJERES”


Rebeca E. Madriz Franco (10/2012)
La situación de la niñez es preocupante a nivel mundial; niñas y niños reflejan en sus rostros la esperanza de un mejor futuro expresado en su inocencia, pero a su vez, la miseria de una sociedad que las y los excluye al máximo.

UNICEF ha señalado que de los 2.200 millones de niños y niñas que viven en el mundo, hay 1000 millones que viven en la pobreza. Como consecuencia de esto 640 millones de infantes viven sin una vivienda adecuada, 400 millones no tienen acceso al agua potable (1 de cada 5), 270 millones no tienen ningún acceso a los servicios de salud, 121 millones no asisten a la escuela. Diariamente mueren 29.158 niños y niñas que no han cumplido los 5 años. Estas muertes podrían evitarse.

Las cifras permiten graficar un poco la realidad, sin embargo también hay que saber que muchas veces las estadísticas oficiales tienen un enorme sesgo en razón del género. Es por ello que al encarar la lucha por la igualdad no podemos perder de vista a nuestras niñas, cuyas circunstancias son peores que la de los niños, y las convierten en “las pobres entre los pobres”. Mal pudiésemos luchar por la igualdad hoy, sin garantizar esa igualdad hacia el futuro. Es por ello que queremos visibilizar la situación del sector quizás más vulnerable de la humanidad, nuestras niñas.

Para el año 2000 la ONU en su nota informativa N°12: “La niña suele ser objeto de la discriminación desde las primeras etapas de su vida, a lo largo de la infancia hasta cuando llega a la edad adulta. Su situación de inferioridad se refleja en la negación de sus derechos y necesidades fundamentales y en actitudes y prácticas tan dañinas como la preferencia de los hijos varones, el matrimonio precoz, la mutilación genital, el abuso doméstico, el incesto, la explotación sexual, la discriminación, una menor cantidad de alimentos, y un menor acceso a la educación”.

Desde hace ya algunos años se viene luchando por hacer visible esta realidad y exigir a los organismos internacionales y a los Estados, mayor atención hacia este sector indispensable para el futuro de la humanidad. En el marco de esa lucha se ha exigido también declarar un “Día Internacional de las Niñas”, el cual ha sido oficialmente reconocido por Naciones Unidas y este 11 de Octubre de 2012 fue conmemorado por primera vez. Y si bien creemos que no se debe esperar una declaración institucional para hacer de la causa de nuestras niñas una bandera de lucha de primer orden, también creemos necesario este reconocimiento para crear un compromiso desde los Estados y que estos lo incluyan en su agenda política para mejorar la condición de explotación y discriminación que viven las niñas en todo el mundo.

La ONG PLAN ha venido trabajando desde 2007 en la Campaña “Por ser niñas”, que para 2012 destacaba que:

  • La discriminación de las mujeres puede comenzar incluso antes de que nazcan - en el mundo faltan 100 millones de niñas y mujeres por la práctica del aborto selectivo- y se mantiene a lo largo de toda la vida.
  • 75 millones de niñas no van al colegio.
  • Cada tres segundos una niña es obligada a casarse.
  • El 14% de niñas de las niñas de países en vías de desarrollo, se casarán antes de cumplir los 15 años, algunas incluso con tan solo 5 años.
  • Unos 450 millones de mujeres en los países en desarrollo son raquíticas como resultado de la malnutrición proteínico-energética.
  • 140 millones de mujeres sufren toda su vida las consecuencias de la mutilación sexual y 2 millones de niñas mueren al año debido a esta práctica.
  • La mitad de las víctimas de la violencia sexual a nivel mundial son niñas menores de 15 años.
  • 68.000 adolescentes mueren al año debido a la práctica de abortos.
  • 2 de cada 3 adolescentes africanos con VIH/Sida son niñas. Se estima que 7 millones de niñas y mujeres jóvenes son contagiadas con el VIH, frente a 4 millones de niños y adolescentes.
  • Diez millones y medio de niños y niñas mueren cada año antes de cumplir los cinco. El mayor porcentaje son niñas.

Por su parte la OIT estima que hay más niñas menores de 16 años en el servicio doméstico que en ningún otro tipo de trabajo, y llaman la atención frente al hecho de que habitualmente, este tipo de empleo se considera seguro pero en realidad, oculta una amplia gama de abuso y explotación, incluyendo violencia física, psicológica y sexual.

Esta realidad es producto del sistema económico imperante, por ello son necesarias todas las fuerzas sociales organizadas y el poder en manos del pueblo para dar al traste con esta realidad, a través de la configuración de nuevas relaciones económicas y sociales que garanticen la igualdad y equidad entre mujeres y hombres.

Esta situación no podrá ser mejorada ni mucho menos superada en contextos socioeconómicos como los actuales donde las políticas neoliberales vienen devastando nuestros pueblos, por ello en todo momento es necesario resaltar la necesidad imperiosa de construir modelos alternativos que tiendan a superar estas lacras que aunque parezcan anacrónicas, siguen destruyendo la vida de millones de seres humanos y en específico de millones de niñas en el mundo.

No cabe duda, que si algo debe caracterizar al movimiento de mujeres y feminista es la sororidad (hermandad entre mujeres), y en el marco de ella debemos hacernos eco de una frase que representa un llamado a la acción, a la organización y a la lucha de las mujeres:
¡Feminista… las niñas te necesitamos!

Referencias:
- Nota Informativa N° 12. (2000). Organización de Naciones Unidas. http://www.un.org/spanish/conferences/Beijing/fs12.htm
- Plan “POR SER NIÑAS” – Datos y Logros – El Problema – Campaña: http://www.porserninas.org
- “Porque soy una niña”. El Estado mundial de las niñas 2009. http://www.porserninas.org/pdfs/por_ser_ninas_2009.pdf

LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO, UN DEBATE PENDIENTE


Por Luis R. Delgado J. (10/2009)
El pasado 28 de septiembre se volvió a conmemorar el Día por la despenalización del aborto en América Latina y el Caribe. En muchas partes del continente hubo movilizaciones de grupos feministas, de militantes de izquierda, de hombres y mujeres que apuestan por la superación de una de las situaciones más anacrónicas de nuestras sociedades, la ilegalidad de la interrupción voluntaria del embarazo, hecho que ocasiona anualmente decenas de miles de muertes innecesarias de mujeres predominantemente pobres.

En Venezuela pese haberse llevado a cabo un humilde acto en las afueras de la Asamblea Nacional (hecho que debería hacer reflexionar autocríticamente a las distintas organizaciones de izquierda y feministas), lo que más destaca es el afortunado pronunciamiento de la camarada María León Ministra para la Mujer y la Igualdad de Género en torno a la necesidad de despenalizar el aborto, en tanto su penalización contradice los derechos sexuales y reproductivos ciudadanos consagrados en la constitución nacional.


Dicha declaración de la máxima autoridad en materia de la Mujer es un buen paso para iniciar una discusión que se ha postergado demasiado. Resulta absurdo que en estos 10 años de Proceso Bolivariano, existan obstáculos para que se inicie un debate nacional franco y profundo sobre la problemática del aborto. Es lamentable que frente al tema prevalezcan posiciones pragmáticas, dogmáticas y electoreras, lo cual no impide que anualmente en nuestro país se sigan practicando miles de abortos, que a su vez generan muertes en las mujeres que habitan los sectores más empobrecidos.

De esta manera, el hecho de no discutir el problema no implica su no existencia, por más que nos tapemos los ojos la práctica masiva del aborto es una realidad, es una hipocresía no reconocerlo. El detalle está en que debemos abordar el asunto de forma seria y responsable.

Debemos tener claro, que las diferencias de clase también están presentes en esta problemática, mientras la mujer burguesa (o las capas medias) puede pagarse una clínica para abortar sin ningún peligro, la mujer de los sectores populares, obrera o campesina pone en riesgo su vida porque debe practicarse el aborto en condiciones insalubres. Es por lo tanto un problema de salud pública que afecta predominantemente a los sectores más pobres.

En otro orden, no podemos seguir dejándonos chantajear por las iglesias, si la humanidad no se hubiese atrevido a transgredir las pautas que les marcaba la religión no se hubiese desarrollado la ciencia y la técnica tal como hoy la conocemos, no se hubiese superado el oscurantismo feudal, no hubiese avanzado la medicina, creeríamos que la Tierra es plana y centro del Universo, negaríamos la evolución, creeríamos en la generación espontanea, pensaríamos que la superioridad del hombre sobre la mujer es un hecho natural, entre otras barbaridades.

Da pena que diputados y diputadas de la Asamblea Nacional que representan a todos los venezolanos y venezolanas, que salieron electos por votación popular, que de paso se autodefinen como revolucionarios, coloquen por encima sus prejuicios personales, sus creencias, sobre los problemas colectivos, ellos están para legislar y resolver los problemas más acuciantes de la sociedad, no para dictar preceptos morales.

Y es que lamentablemente con respecto a esta problemática del aborto, salen a relucir los más oscuros caracteres de la doble-moral burguesa. Las clases dominantes, los sectores atrasados de la pequeña burguesía, las iglesias promotoras de espacios pro-vida (antifeministas) jamás se han movilizado para defender la Vida humana frente a las guerras, al hambre, a la enfermedad curable, ¡jamás!, ellas se erigen en defensoras del feto, pero no les importa que un misil en Afganistán, Irak o Palestina mate a una mujer preñada.
Me parece pertinente citar in extenso una reflexión hecha por una monja católica, una respetada teóloga feminista brasileña llamada Ivonne Gebara:
“La legalización no significa la afirmación de bondad, de inocencia y menos aun de defensa incondicional y hasta superficial del aborto como hecho, sino apenas la posibilidad de humanizar y adecentar una práctica que es común. La legalización es, apenas, un aspecto coyunturalmente importante de un proceso más amplio de lucha de una sociedad organizada sobre el aborto social de sus hijos y de sus hijas. Una sociedad que no tiene condiciones objetivas para dar empleo, salud, vivienda y escuelas, es una sociedad abortiva. Una sociedad que obliga a las mujeres a escoger entre permanecer en el trabajo o interrumpir un embarazo, es una sociedad abortiva. Una sociedad que continua permitiendo que se hagan test de gravidez (prueba de embarazo) antes de admitir a la mujer a un empleo, es una sociedad abortiva. Una sociedad que silencia la responsabilidad de los varones y sólo culpabiliza a las mujeres, irrespeta sus cuerpos y su historia, es una sociedad excluyente, machista y abortiva”.

En este sentido, promover la despenalización del aborto no es apoyarlo ni mucho menos aplaudirlo, se trata simplemente de una respuesta a una problemática social que nos está matando a miles de compatriotas anualmente, y la única solución es que el Estado este en capacidad de atender con calidad y gratuidad la interrupción voluntaria del embarazo. Esta política social debe venir acompañada de una educación sexual efectiva y eficiente por parte del sistema educativo, los medios de comunicación y la familia, a su vez esto debe combinarse con una distribución masiva, gratuita y permanente de mecanismos anticonceptivos para evitar los embarazos no deseados, sólo así se puede controlar el traumático fenómeno del aborto.

En fin la necesidad de la despenalización del aborto, es ante todo un problema político y sociológico, el cual el Estado Laico venezolano debe darle una respuesta satisfactoria, ya que la postergación de esta reivindicación histórica de los movimientos revolucionarios y feministas, significa la pérdida innecesaria de más vidas que pudiesen ser salvadas.
 
¡Ni una muerta más!

miércoles

¿POR QUÉ REDUCIR LA JORNADA DE TRABAJO?


Gisela Jiménez
Febrero 2012
La reducción de la jornada laboral a 6 horas diarias es una reivindicación fundamental de clase. Otorga la oportunidad de dedicar tiempo a la formación y preparación de los y las trabajadoras; así como para asistir a los centros de educación que permita un desarrollo intelectual y un mejoramiento en su calidad de vida o se tendrían estas dos horas para atender actividades domesticas y familiares, entendiendo que estas también son trabajo. Este punto es de gran valor social y con una clara visión de género para alcanzar la socialización de las labores domesticas en la cual deben coadyuvar hombres y mujeres e iniciar el proceso de descarga del trabajo domestico, tradicionalmente realizado solo por las mujeres. 

La Constitución Bolivariana, en su Disposición Transitoria Cuarta, numeral 3º, segundo párrafo establece: “.... Asimismo, contemplará un conjunto de normas integrales que regulen la jornada laboral y propendan a su disminución progresiva, en los términos previstos en los acuerdos y convenios de la Organización Internacional del Trabajo suscritos por la República” . Esto entre otras cosas debió discutirse y aprobarse al año siguiente de la instalación de la Asamblea Nacional.
Consagrado ese mandato, es imperativa una nueva Ley que cambie las bases y principios de la vigente y responda a los intereses de la clase trabajadora. En tal sentido, la nueva LOT debe establecer la reducción de la jornada laboral, en los siguientes términos:
A objeto que los trabajadores y trabajadoras dispongan de tiempo suficiente para el desarrollo integral de su persona, la jornada de trabajo diurna no excederá de seis horas diarias ni de 36 horas semanales y la nocturna no excederá de seis horas diarias ni de 34 semanales. Ningún patrón o patrona podrá obligar a los trabajadores o trabajadoras a laborar horas o tiempo extraordinario, asimismo deberá programar o organizar los mecanismos para la mejor utilización del tiempo libre en beneficio de la educación, formación integral, desarrollo humano, físico, espiritual, moral, cultural y técnico de los trabajadores y trabajadoras. Los trabajadores y trabajadoras tienen derecho al descanso semanal y vacaciones remunerados en las mismas condiciones que las jornadas efectivamente laboradas.
Permitiendo de esta manera el desarrollo integral del ser humano y sus potencialidades, impulsando definitivamente el proceso de cambio y un nuevo esquema social, basado en los valores de solidaridad, justicia, inclusión social, equidad de género y participación popular.